Hablar es fácil pero, callar requiere prudencia y dominio.
Hablar oportunamente es acierto.
Hablar frente al enemigo es civismo.
Hablar ante la injusticia es valentía.
Hablar para rectificar es un deber.
Hablar para defender es compasión.
Hablar para ayudar a otros es caridad.
Hablar ante un dolor es consolar.
Hablar con sinceridad es rectitud.
Hablar de si mismo es vanidad.
Hablar restituyéndose fama es honradez.
Hablar de defectos es lastimar.
Hablar disipando falsos es conciencia.
Hablar debiendo callar es necedad.
Hablar por hablar es tontería.
Callar cuando acusan es heroísmo.
Callar cuando insultan es amor.
Callar las propias penas es sacrificio.
Callar de si mismo es humildad.
Callar miserias humanas es caridad.
Callar a tiempo es prudencia.
Callar en el dolor es penitencia.
Callar palabras inútiles es virtud.
Callar cuando hieren es santidad.
Callar para defender es nobleza.
Callar defectos ajenos es benevolencia.
Callar debiendo hablar es cobardía.
Debemos aprender primero a Callar para luego poder Hablar.
Recuerda siempre:
"Que tus palabras sean más importantes que el silencio que rompes."
Hace 3 años
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