El aborto en Rumanía según Freakonomics | Tres Tristes Tigres

miércoles, 5 de septiembre de 2007

El aborto en Rumanía según Freakonomics

Estos días estoy leyendo un libro que me está gustando mucho, me sorprende, me entretiene, me hace pensar y me hace ver las cosas desde un punto de vista no tan lógico o más inusual. Se trata de Freakonomics, escrito por el economista Steven D. Levitt y el periodista Stephen J.Dubner.
Pues bien, quería copiar un pequeño fragmento que me pareció una historia muy curiosa con una moraleja muy buena.
En 1966, un año después de convertirse en el dictador comunista de Rumanía, Nicolai Ceausescu ilegalizó el aborto. "El feto es propiedad de toda la sociedad. Cualquiera que evite tener hijos es un desertor que renuncia a las leyes de la continuidad nacional". Tales grandilocuentes declaraciones eran comunes durante la hegemonía de Ceausescu, porque su plan maestro -crear una nación digna del Nuevo Hombre Socialista- constituía un ejercicio de grandiosidad. Construyó palacios para sí mismo mientras maltrataba y desatendía alternativamente a sus ciudadanos. Al abandonar la agricultura en favor del sector industrial, obligó a gran parte de los habitantes de las zonas rurales a trasladarse a fríos edificios [...].

La prohibición del aborto llevada a cabo por Ceausescu fue ideada para lograr uno de su objetivos principales: fortalecer rápidamente Rumanía incrementando su población. Hasta 1966, el país había contado con una de las políticas en torno al aborto más liberales del mundo. El aborto suponía de hecho la principal forma de control de la natalidad. De pronto, prácticamente de la noche a la mañana, quedaba prohibido [...].

Si una mujer no se quedaba embarazada durante un período de tiempo prolongado, se la obligaba a pagar un alto impuesto de celibato. Los incentivos de Ceausescu produjeron el efecto deseado. Un año después de la prohibición del aborto, la tasa de natalidad rumana se había duplicado. Esos niños nacían en un país en el que a menos que se perteneciese al clan Ceausescu o a la élite comunista, la vida era miserable. Pero las vidas de esos niños resultarían particularmente miserables. Comparada con los niños rumanos nacidos sólo un año antes, la generación de niños nacidos tras la prohibición del aborto obtendría peores resultados en casi todas las formas calculables: sus calificaciones escolares serían inferiores, tendrían menos éxito en el mercado laboral y también más probabilidades de convertirse en criminales.
La prohibición del aborto siguió en vigor hasta que finalmente Ceausescu perdió el poder. El 16 de diciembre de 1989, miles de personas se echaron a la calles de Timisora, para protestar contra su corrosivo régimen. Muchos de los manifestantes eran adolescentes y universitarios. La policía mató a docenas de ellos. Uno de los líderes de la oposición declaró más tarde que fue su hija de trece años quien insistió en que debía participar en la protesta, a pesar de sus temores. "Lo más curioso es que aprendimos a no tener miedo gracias a nuestro hijos, la mayoría de los cuales tenían entre trece y veinte años". Unos días después de la matanza de Timisoara, Ceausescu pronunciaba un discurso antes cien mil personas. De nuevo asistió un gran número de jóvenes. Los gritos de "¡Timisoara!" y "¡Abajo los asesinos!" acallaron las palabras del dictador. Le había llegado la hora. Él y su mujer trataron de escapar con mil millones de dólares, pero fueron capturados, sometidos a un juicio tan sumario como rudimentario y, el día de Navidad, ejecutados por un pelotón de fusilamiento. De todos los líderes comunistas derrocados durante los años de desmoronamiento de la Unión Soviética, el único que sufrió una muerte violenta fue Nicolai Ceausescu. No debería pasarse por alto que su muerte fue en gran medida precipitada por la juventud de Rumanía, gran parte de la cual, de no ser por la prohibición del aborto, nunca habría llegado a nacer.
Cría cuervos y te sacarán los ojos. Existe también un documental que trata sobre este tema llamado Children Underground.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Holap:

Es un libro estupendo.
Te recomiendo otro que además de ser extraordinario... es escalofriante: "La Doctrina del Shock", de Naomi Klein.

Saludooos :P

foroblogger dijo...

Joe, dejar que la gente haga lo que quiera, abortar o no es decision suya y no de los demas

Iván Fanego dijo...

Me encantó ese libro, y recuerdo que ejemplificaba el tema del aborto con la historia del descenso de la violencia en EE.UU. Pero no me suena de nada lo de Ceaucescu, ¿lo habrán introducido en una nueva edición o mi memoria me falla?

En caulquier caso, enhorabuena por el post.

linux dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Fontaneros Rivas dijo...

Los Niños no tienen la culpa de los actos de sus padres

Francisco Antonio Salas C. dijo...

El aborto es inaceptable ciertamente. Y la posición de este libro con respecto a este tema me parece ridículo verdaderamente. El creador de este blog si lo que quería era llamar la atención con este libro hubiera puesto mejor otros casos como el los sumos. Pero bueno los "argumentos" de los que habla el libro con respecto al aborto no se sostienen ni con goma.

Pablo Franco dijo...

Hola Francisco.

He comentado este capítulo del libro debido a mi especial relación con Rumanía pues he estado viviendo allí un tiempo. Cierto que hay capítulos más interesantes.

Estaría bien que contases porque dices que los argumentos del libro con respecto al aborto no se sostienen.

Un saludo!

Unknown dijo...

El anime Black Lagoon, me trajo hasta este blog

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