Mala suerte

Son justo las 12 de la noche, hoy en general ha sido un mal día, pero pudo ser un gran día. Me explico, hoy Tamylee me invitó a una cena con sus amigos (saludos, que se que nos leeis), la cosa pintaba bien: churrasco, bebida, mujeres (u hombres si eres mujer)... lo típico en una cena vamos.

Pero a eso de las 8 de la tarde recibí una llamada diciéndome que se había muerto un familiar y obviamente decidí no asistir a la cena y volver a mi casa. Me quedé bastante impactado, pese a que no tenía muy buena salud mi madrina, no me lo esperaba en absoluto. Pero lo que más me aturdió fue el repentino cambio de planes, pasar del preámbulo de la fiesta, ese gusanillo que te corre por dentro y te dice que hoy te vas a divertir como nunca, a reflexionar sobre la muerte de una persona y el aura de disgusto que genera sobre tu familia.

En fin, hoy aprendí que los seres humanos no estamos preparados para cambios de planes tan repentinos (por lo menos yo) y que tampoco lo estamos para la muerte. Y eso pese a que es lo único seguro que sabemos de una persona al nacer, que va a morir.