La mano lamida
Había una chica que tenía un perro que siempre dormía debajo de su cama. Cada vez que quería asegurarse de que todo iba bien, metía la mano debajo de la cama. Si el perro le lamía la mano era que todo iba bien.Ya veis, un poco escalofriante la historia, muy buena para contar en una noche de pijamas de estas que hacéis las chicas o en alguna acampada en medio del monte.
Una noche la chica estaba sola en casa, en la cama. Oyó un ruido, como de perro jadenado. Metió la mano debajo de la cama y el perro se la lamió. Aquella misma noche, más tarde, le apeteció comer algo y bajó a la cocina. Al llegar allí oyó un plic plic plic. Se acercó al fregadero, pero no era el grifo lo que goteaba. En el fregadero, en cambio, había un cuchillo ensangrentado. Al ver el cuchillo retrocedió y se dio contra el frigorífico. Entonces volvió a escuchar el plic plic plic. Abrió el frigorífico y se le vino encima el perro, cosido a puñaladas. Sobre él había una nota que decía: Los humanos también sabemos lamer.
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2 comentarios:
Esta leyenda es de las mitiquísimas pues yo hace mucho que la conozco, recuerdo cuando me la contaron que aún era una canija y la primera noche lo mal que lo pase pensando en lo que podía haber debajo de la cama jejeje.
sobre esat leyenda ay una peli de terror que no esta mal
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